La Conmebol enfrenta una crisis sin precedentes tras los graves incidentes registrados el pasado 20 de agosto en el estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini, durante el duelo entre Independiente y Universidad de Chile por la Copa Sudamericana. El violento episodio obligó a suspender el partido y cerrar la serie por falta de garantías, dejando en suspenso quién avanzará a cuartos de final o si ambos clubes serán descalificados.
En medio de este escenario, los chilenos Felipe Loyola y Pablo Galdames, integrantes del plantel de Independiente, optaron por resguardarse de la exposición pública. Loyola decidió cerrar su cuenta de Instagram para evitar la avalancha de mensajes, mientras que Galdames restringió los comentarios en sus publicaciones, manteniendo su perfil activo pero bajo mayor control.
Las medidas de ambos jugadores reflejan el alto nivel de presión que rodea al club argentino, que hoy se encuentra en el centro de la polémica continental.